sábado, 19 de noviembre de 2016

Transformación


El bebé se ha transformado.
Ya no solo observa
con la mirada fija
los misterios de la vida cotidiana.
Se ha hecho tan grande
que necesita jugar
y reírse a carcajadas,
parlotea sin saber lo que dice
y mueve las piernas
como si estuviera preparándose para andar.
Calcula la distancia
cada vez mejor
y agarra firmemente con las manos
lo que le interesa.

El bebé se ha transformado.
Como tiene que ser.
Y me hace tan feliz
verlo crecer
y descifrar los enigmas de la vida.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Paseo por el bosque de castaños


Hemos salido a pasear
por el bosque de castaños.
Es otoño y hace un poco de frío.
Aprieto el cuerpo tierno del bebé
envuelto en su abrigo
contra mi pecho.
El bebé arquea la espalda
y mira hacia arriba.
Está deslumbrado por los árboles
que ascienden verticales.
Desde arriba,
con suave deslizamiento,
caen algunas hojas
como si fuesen palabras,
como si los árboles
nos quisiesen decir algo.
Las hojas se amontonan en la tierra.
Nosotros las pisamos
y suenan cantarinas.
Mientras paseamos por el sendero
del bosque de castaños
el bebé se duerme.

domingo, 6 de noviembre de 2016

Baño


Cuando el bebé y yo
nos bañamos juntos
permanecemos largo rato
metidos en el agua.
Apoyo su espalda y su cabeza
entre mis piernas
y sus ojos brillan
cuando el agua caliente le envuelve.
Desnudos,
permanecemos bajo el agua
hasta que la piel de nuestros dedos
se arruga.
Entre nosotros hay confianza
para estar así únicamente
metidos en el agua
desbordante de dulzura,
cara a cara,
padre e hijo,
mientras se humedece nuestra felicidad.