domingo, 31 de diciembre de 2017

Oración


Recíbeme.
en este último día del año
en que ando volando con la musa
en estos versos desnudos.
Gracias por la merced,
humildemente gracias
por lo que escribe mi mano
que no procede de mi mérito.
Gracias por lo vivido
poéticamente un año más
por haberme llenado de hermosura
con el espectáculo del mundo,
gracias por la traslación y por la rotación.
Gracias por el amor que he respirado
en la mujer que he elegido
madre del hijo que he engendrado
mujer valiente y besadora
a la que amo,
gracias por el gozo de su desnudez.
Gracias por el niñito precioso
por la bendición de su infancia
por su risa que llena nuestra casa
y también por su llanto
que habla de amor imperioso.

Por tanto portento
que hay para mí,
gracias.
Lo cuidaré
contribuyendo feliz
a la vida.
¡Amén!

sábado, 30 de diciembre de 2017

Mis muertos


Mis muertos me entienden
con su difunta comprensión.
Mis hermanos muertos
mi padre muerto
mis tíos y mis abuelos muertos
y todos mis parientes muertos
me entienden.
Ellos entienden mis miserias
y mis debilidades
desde el sosiego de la eternidad.
A todos ellos me encomiendo
en su mortuoria comprensión
que todo lo acepta.
A todos mis muertos
más allá de su irrealidad
me encomiendo
y les doy un lugar de honor
en mi recuerdo.
Los reúno a todos en mí
sintiendo el soplo de mi origen.
En mis actos
están los actos de todos ellos.
En sus raíces
encuentro lo que soy.

Me inclino ante ellos
ante todos mis muertos
que me miran con comprensión,
con puro amor de muertos.

viernes, 29 de diciembre de 2017

A todos los éxtasis


A todos los éxtasis
habidos y por haber
a todas las fascinaciones
de cualquier belleza
a todos los frenesís
por muy efímeros que sean
a todos los arrebatos gloriosos
a todos los encantamientos mágicos
a todas las catarsis estremecedoras
a todos los apocalipsis
con su fuego ardiente y todo,
a todos les digo:
tomadme,
soy vuestro,
haced lo que queráis de mí.
Seguro que me gusta.

Qué le voy a hacer


Qué le voy a hacer
si amo la búsqueda
con toda su locura
de querer estar en todas partes,
con todo el absurdo
de querer ser como Dios.
Qué le voy a hacer
si mi mente vuela
en todas las direcciones a la vez.

Qué le voy a hacer
si ando ocupado
los siete días de la semana,
si ya sé, Dios mío,
que hay que descansar,
pero qué le voy a hacer,
con lo que me gusta
vivirlo todo.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Esperando al genio


- Perdón, ¿a qué hora
pasa el genio por aquí?

- Eso quisiera yo saber.

- Me gustaría un poquito de ayuda poética.

- Pues no escriba usted en limpio
porque pasa corriendo, velocísimo.

- Discrepo. El genio,
cuando escribe por ti,
tiene la letra de los dioses.

- Me pregunto de dónde viene.

- Viene de golpe,
como traído por el viento.

- Muy seguro está usted de su vuelo.

- No crea, cuesta escribir poesía.

- Puede ser. Yo prefiero la prosa.

- A mí la prosa nunca me ha sido propicia.
Por eso espero
a que pase el genio.

- Pues ese va a su ritmo.

- Desde luego, hoy viene con retraso.

- Es cuestión de tiempo,
aunque a veces puede tardar una eternidad.

- Yo voy a esperar unos minutos,
a ver si pasa,
me alumbra de repente
y escribo un buen poema.
Nunca se sabe.

- Bueno, pues diviértase
con su gracia si aparece.
Buena suerte.

¿Y qué?


Soy un viciosillo. ¿Y qué?
Si me da la ventolera
si sigo mi instinto
si me enredo
si me pongo ciego
¿qué pasa?
Hago lo que me gusta
¿y qué, si me hace feliz?
Si disfruto con ilusión
con entusiasmo,
con toda mi ansia desbordada
y a pesar de todos los pesares
¿qué importa lo que piensen?
Si dicen, que digan.
¿qué más da?

En mi niñez me cortaron las alas
pero ahora soy libre
y de una vez empieza la fiesta,
la fiesta del Ser.
Y no siento culpa,
y no me arrepiento.
Cuerpo mío,
puedes reír,
puedes bailar,
puedes besar.
Tienes permiso para el placer.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Tengo la costumbre


Tengo la costumbre
de desafiar al infortunio,
de aceptar indiscutiblemente
todo lo vivido, todo,
incluida la impiedad de mi corazón
y todo lo que se hizo difícil,
tengo la costumbre
de durar,
dure lo que dure,
tengo la costumbre
de reír
y esto es de nacimiento,
tengo la costumbre
de amar y desamar
por muy contradictorio
y terrible que sea,
tengo la costumbre
de besar de adentro hacia afuera,
de hablar, ni hablemos,
de hablar sin parar
tengo la costumbre,
de hablar por encima y por debajo
aunque me quede ronco
hablo en un hilo de voz,
hasta con Dios hablo
y seguro que no me resucita,
tengo la costumbre
de escribir sobre mis cosas,
de investigar lo que me pasa,
algo me pasará
algo me nacerá
algo me vibrará
algo ganaré escribiendo
aunque sea
ser un poco más humilde,
tengo la costumbre
de ser
lo que soy,
poeta de pies a cabeza
sin compararme con otros
que andan por ahí
y confío en mi oficio
y lo acepto
como quien sabe que habla
la lengua de los locos.

martes, 26 de diciembre de 2017

Por si no lo sabes


Por si no lo sabes
aún me siento azafranado de ti,
vaciado de todo rencor
y de toda lujuria
de tu cuerpo airoso de mujer.
Confío en que se entienda
que aquel amor
todavía perdura por dentro
aunque todo haya acabado.
Lo cierto es que todo pasa
porque pasa
y especialmente
la locura del amor
que perdimos inexorablemente.
Pero ahora que vengo a hablar contigo
pasado ya lo ilusorio
se me viene de golpe el recuerdo,
lo mucho que te amé,
aunque por lo visto
parece que permanecen
las heridas ocultas
y mejor no hablar de eso.
Está claro que no soy tu psicólogo,
maldita sea,
y esta conversación
no da para más.
Así que te mando un beso
más humano que nunca
un beso de poeta,
se entiende,
aunque puede que sea el último.

lunes, 25 de diciembre de 2017

Al menor descuido


Al menor descuido
me hago libre.
Dejo toda la impostura,
toda la farsa de los aplausos
y me hago libre
de un sentido a otro
y me vuelo, gozoso
como la mariposa.
Me doy a la sorpresa
el desenfreno y el frenesí
de decir te amo
a un vellocino quimérico
que a estas alturas de la realidad
cuesta admitir
aunque estés viéndolo
con todo su oro intacto.
Pero ¡ay! cuánto cuesta admitir
el sinsentido del corazón,
cuánto cuesta admitir
que vivimos como locos
perdiendo el tiempo
y el norte con tanta ligereza
hasta olvidarnos del adentro
y dejar de ser.
Cada uno aguanta como puede
con tal de ir viviendo
y se acostumbra a todo
aunque le duela.

En cuanto a mí,
al menor descuido
me giro embellecido por el exceso
y me hago libre
de hacer lo de siempre.

domingo, 17 de diciembre de 2017

La muerte me espera


La muerte me espera
para volver al origen,
para desnacer.
No es culpa de ella,
la vida dura lo que dura.
Otra cosa es la liviandad,
la levedad del Ser.
Pero el cuerpo se arruga
en el viaje
considerando la distancia
que nos separa del fin
y los años, claro,
pasan y pesan.
Voy acostumbrándome
a ser otra vez tierra,
al gran sosiego de los muertos.

Cumplo con informales
a todos ustedes
que con altísima certeza
la muerte me espera.
Pero en el gran prodigio de la vida
yo todavía sigo caminando.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Eso pasa


Pasa que uno anda con el crecimiento
y el insistente cuándo
se guarda en un cajón
y te acostumbras
a la desconexión con el asombro
y pasan semanas y meses
hasta que de nuevo cuándo
sale de su encierro
y me desafía
y yo me enderezo de un salto
y me encuentro de nuevo escribiendo
lo que sea.

Pasa que el hijito está a pocos metros
con todo su amor
y llora sin pestañear
reclamando
y yo aligero el poema
hasta hacerlo temblar
y me voy bailando
quién sabe hasta cuándo.
Yo ya he cumplido,
ya he escrito este poema
aunque nunca se publique.
Eso pasa.