Mi vena literaria es difícil
de satisfacer.
Quiere tenerme siempre listo,
en cualquier momento,
no le importa que esté atareado
y es capaz de llamarme
en mitad de la noche
y no dejarme dormir.
Ahora mismo está aquí,
divertida,
soplándome al oído
cosas extrañas:
¡Mentira! me dice,
con la suerte que tienes conmigo…
La próxima vez
no te proporciono inspiración.
Mi vena literaria
desaparece de repente
como si se la hubiese tragado la tierra,
y me deja colgado
sin saber acabar.
¡Qué pesada, caprichosa
y difícil de satisfacer!
Finalmente, mi vena literaria
aparece de nuevo,
sonríe burlona
y yo noto que a pesar de todo,
me hace feliz.
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