sábado, 17 de septiembre de 2016
Lentas preposiciones
Sentado en
recordando a
escribo con
lentas preposiciones.
Cada una de ellas
se para durante un tiempo imprevisible,
puede ser un instante
o toda una vida.
Con cada una de ellas
asumes el riesgo
de la catástrofe,
del choque frontal
con otras palabras
que pasan a toda velocidad
en el arriesgado tráfico
de la creación.
Las lentas preposiciones
detienen el ritmo
y el tiempo se demora,
se va haciendo largo,
eterno,
hasta que duele.
Si estás escribiendo un poema
las lentas preposiciones
no ayudan.
Y sin embargo, están por todas partes,
por dentro y por fuera
te encuentras con
estás rodeado de
envuelto en
hasta
para
por…
¡Malditas lentas preposiciones!
Yo no quiero usarlas más.
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