viernes, 10 de agosto de 2018

Bisabuelo


Ni un cuadro
ni una fotografía,
nada tuyo permanece,
el tiempo de tu existencia está ya muy lejano
y no obstante tu sangre trasmitida
resuena en mi interior
y hace mover mi corazón.
No sé cuánto tenemos en común.
Seguro que algo de tu rostro
puede reconocerse aún en el mío.
Quizá sea la viva imagen de ti.
¿quién sabe si no tenemos
idéntica mirada?
¿quién sabe si en mi interior
no estoy experimentando
la misma alegría que tú
la misma felicidad
y también las mismas pesadumbres
o las mismas renuncias?

Te contengo en mí
y quizá aquello lejano vivido por ti
cobra en mí significación.
Pero mira,
todo está ya resuelto
todo ha pasado ya.
Solo por amor
quizá seguí tu destino.
Pero ahora recobro mi libertad.
Sin otras energías que las propias
enderezo mis pasos por la vida.
Quizá sienta tu leve influjo
como un incomprensible aliento de protección
como un poso de tu existir
en mi corazón.

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