viernes, 28 de agosto de 2015
Señales
Se presentan resplandecientes
y yo las sé respetar.
Ni las desdeño, ni las temo.
Acudo a su imán
y me transforman la vida
o me ponen a salvo.
Invisibles para el ojo escéptico,
se despliegan oportunamente,
hacen sutiles maniobras
y nos arrojan a la cara su información,
aparece la luz,
encuentras la clave,
se abre el camino de la relación
para que interpretes lo impensable,
lo que no se te hubiera ocurrido jamás.
Horadan el misterio
y se divierten con nuestro sobresalto.
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