miércoles, 2 de septiembre de 2015
Justicia poética
Las palabras son maltratadas
y se cometen con ellas
todo tipo de abusos
y barbaridades.
Soportan indefensas
ofensas que las dejan hechas polvo:
verbos mal conjugados,
alteraciones fonéticas,
crueles mutilaciones,
irrisorios cambios de significado…
Quienquiera puede dañarlas,
escupirlas, pisotearlas, vejarlas,
cebarse con ellas a placer
sin el menor respeto.
Nos creemos los dueños del idioma.
Pero tarde o temprano sucede:
cuando más lo necesitas
y por más que las busques
no encuentras las palabras.
Cualquiera pensaría
que las palabras se vengan
y celebran el momento
de justicia poética.
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