viernes, 24 de septiembre de 2010

Dubrovnik


Miércoles, 25 de agosto. Dubrovnik. Hacia las ocho y media de la mañana, hemos llegado al puente que hay a la entrada de la ciudad. Las vistas son magníficas. Islas muy verdes y un mar muy azul.
Dejamos el coche en el aparcamiento, junto al mirador. A pesar de ser temprano llegan varios autocares con turistas. Todos bajan cámara en ristre. Afortunadamente a ninguno se le ocurre cruzar el largo puente andando. Somos los únicos.
Lo recorremos lentamente, casi hasta el otro lado. Estamos un rato en silencio, contemplando el mar. El paisaje trasmite una extraña energía. Nos abrazamos. Regresamos hasta la mitad del puente.
Miramos los barcos que salen de Dubrovnik y se encaminan entre las islas a mar abierto. Es hermoso ver como avanzan lentamente dejando una estela de ondas a su paso.
Tiernas palabras de amor. Nos decimos cuánto nos queremos. Nos abrazamos intensamente. Nos besamos. Volvemos a contemplar el mar, largo rato...

Nos vamos a Dubrovnik. Es impresionante. Entramos cogidos de la mano, boquiabiertos.
Desayuno por todo lo alto en el Stradun, la calle principal que divide el casco antiguo de Dubrovnik. Paseo. Siento ternura y mucha paz.


El porvenir está
en un puente de Croacia.
La Naturaleza
se viste de gala.
Caricias del sol
y el viento.
Besos de las flores,
abrazos de los árboles,
y el río, viajero,
llegando al mar,
atravesando
nuestro destino.
Felicidad
de la unión.


5 comentarios:

  1. guash que me ha gustado esa faceta de Duvronic

    Un abrazo

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  2. La muralla que te permite ver todavía los efectos de la guerra, la magia de Stradum, el puerto viejo, la Casa del Gobernador, la fuente de San Onofrio.... lo pequeña que es Dubrovnik y la Historia que alberga...

    No te imaginas lo que siento no haber estado en la exposición y el recital pero el cuerpo no me da más de si...

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  3. YA VOLVERAS...ES QUE UNO INTENTA MULTIPLICARSE...PERO, EL TIEMPO SE HA VUELTO ESCASO. DISFRUTA, JUAN, DEL RECITAL Y LA MUESTRA. EXITO. UN ABRAZO.

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  4. Y toda esa ternura y esa paz brotan de tu poema y envuelven a esta lectora conmovida.
    Gracias.
    Abrazo

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  5. Dubrovnik, a través de mi cámara, de turista de autocar y guía, logro captar el hálito de secretos, de celos republicanos y de ajustes de cuentas.
    Dubrovnik en sus muros tiene escrita su historia de sangre, pero también, espero, su futuro de esperanza.
    "El porvenir está en un puente de Croacia"
    lo dicen, como tú, las olas lamiendo los muros de la ciudad.
    Un saludo con afecto

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