Volvemos a la ciudad de Vis, que da nombre a la isla. Paseamos a lo largo del puerto y las callejuelas junto a la bahía en forma de herradura. Anochece. Muchos veleros y yates con gente de fiesta. Recorrer las islas y la costa del Adriático en barco debe ser maravilloso. Quién tuviera dinero para permitirse el lujo.
Nos asombra que en algunos yates haya grupos de jóvenes pasándoselo en grande. ¿Será de alguno de ellos el barco? ¿De sus padres? ¿Lo habrán alquilado entre todos? Afortunados, en cualquier caso. Pero no siento envidia. Yo también me siento afortunado. Simplemente, la vida me hace otros regalos. Y no menos envidiables.
Entramos en una vinoteca a probar los famosos vinos de la isla. Tomamos un tinto del 2005, uva Plavac, seis meses en barrica. Un cierto recuerdo a pasas y a tostados. Muy rico. También catamos un blanco, Vugaba. Rico, pero me gusta más e tinto.
Cenamos en una terracita del barrio de Kut, al sureste de la bahía, frente al puerto. Es más tranquilo que la parte noroeste, Luka. Dorada a la brasa y arroz negro con calamares. Vino blanco Vugaba. Menos rico que el de la vinoteca, pero también bueno. Un placer.
Paseo de regreso por el puerto, dejando en la noche, el rastro de nuetra dicha.
Estoy pasando unas vacaciones geniales gracias a ti.
ResponderEliminarBicos grandes.
JUAN: EL VIAJE CONTINUA, LA LITERATURA TAMBIEN. IMAGINO QUE PREPARAS "CON TODO", EL RECITAL DEL 25. UN ABRAZO.
ResponderEliminarJuan Carlos, me he dado una vuelta por tu blog y, sin que te des cuenta, me he metido en tu bolso. He viajado con ustedes por estos lugares maravillosos, he disfrutado los paisajes, los momentos, el amor. Francamente, toda esta vivencia tan intensa bien merece un buen cuento, un puñado de poemas, ese deseo de plenitud que se desprende de la palabra "muerte", como modo de tocar la eternidad.
ResponderEliminarAbrazos.
Disculpadme. He estado estos días envuelto en ocupaciones que me han alejado de este mundo del blog.
ResponderEliminarGracias Carmela, Anama y Gustavo. Vuestros comentarios, que después de varios días sin pasarme por aquí, veo hoy, me dan mucha alegría y me hacen sentirme acompañado y querido.
Mil gracias.
Y una gran sonrisa.