miércoles, 29 de septiembre de 2010
Sibenik
Sibenik. Después de pasear por las callejuelas del casco antiguo cenamos en el restaurante Tinel, en una terracita elevada sobre una plazuela bastante tranquila. Casas de piedra a nuestro alrededor. La luna, casi llena, acompañándonos. Según nuestra guía, "este restaurante ofrece una de las mejores experiencias culinarias de la ciudad". Y efectivamente, la cena está riquísima. La acompañamos, además, con una botella de vino Malvazija istrio. De postre crepes de chocolate negro fundido y para terminar, un chupito de Pelinkovac, un licorcito dulce, aunque con un regusto amargo.
Estamos un "pelín Kovac", bromeamos. Jezabel está un pelín, yo estoy bastante kovac.
El camarero es simpatiquísimo. Nos apunta el nombre del licor y me ofrece un poco de otro licor más dulce, Orahovac. Muy rico.
El camarero charla con los clientes de otra mesa. Al poco, se va y vuelve con una guitarra. Canta canciones tradicionales, suponemos. Las dos parejas le acompañan, sobre todo los dos hombres, que cantan animadamente. Tienen voces bonitas. Nos ofrecen una pequeña serenata nocturna. ¡Qué bonito!
Será un día feliz para el recuerdo. Nos despedidos de él. Gracias.
Cierro los ojos
y veo el mar.
Apenas me queda
un hilo de conciencia.
Barcos
que surcan
el azul.
Gaviotas.
Azul
del cielo.
Nuestro puente.
Nosotros,
apenas dibujados
en él.
Nos damos
un beso
largo...
Con esta
última
imagen
me duermo.
Fundido
en azul.
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Querido Juan: en plena tarea académica, con cierre de actividades y un desdoblamiento que, desde el cuerpo, dice: "descansa". Este final en azul, me propone, una vez más, valorarte como poeta. Un deleite para los sentidos. El viaje que nos presentas: sencillamente hermoso. ¿Cómo te fue el 25?. Con Ana M. Oddo, seguimos presentando su libro. Fue el 24-9: un acto donde se respiró vida, poesía. Trato de publicar, de postear, de leer...con los tiempos acotados. Un fuerte abrazo. Gracias por tus comentarios. En medio de la velocidad, tus poemas y aportes (como el de otros que apuestan al arte) nos detienen unos instantes y alimentan para el resto del día. Afectos.
ResponderEliminarMe encanta. Dormirse con una bella imagen en la mirada, con los párpados cerrados en azul...
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