
Sí, amigos,
ya vamos haciéndonos viejos.
Han pasado muchos años
desde que compartimos
aquel momento especial de nuestras vidas
que tanto nos unió.
Tiempos de colegio y facultad,
de fiestas y excursiones,
de grupos de teatro
donde fingimos ser mayores
(hoy fingimos ser más jóvenes),
tiempos de profundas conversaciones
sobre la hierba de algún parque,
de confidencias y de entrega…
Después de aquellos tiempos
el río de la vida
nos ha dejado como cantos rodados
en cualquier recodo.
A veces me apetece muchos veros
pero sólo os visito en la memoria.
Disculpadme la distancia,
no el olvido.
Nos veremos cualquier día,
aunque sea por pura coincidencia.