viernes, 19 de noviembre de 2010

Salto al vacío


Antes de saltar al vacío
pienso en la mañana del accidente.
Habíamos estado comprando semillas,
guantes y herramientas para trabajar en el huerto.
¡Qué expectativas de un día feliz!
¡Y de qué forma tan horrible acabó!
Mi globo ocular atravesado
por una pieza metálica de tres milímetros.
Recuerdo el instante de aturdimiento
tras el impacto.
Cómo apagué el motor de la desbrozadora,
la dejé en el suelo lentamente
y me volví hacia el grupo.
Alguien más debía haber pensado
que esa máquina traería alguna desgracia
porque oí que decían:
“ya está, ya ha pasado algo”.
Yo también lo había presentido
pero no le hice ningún caso a mi intuición.
Supuse que era una máquina peligrosa
pero que todo era correcto.
No le tuve miedo.
Mi ojo izquierdo aguardo tranquilamente
la desdicha.
Aguardó para probar su temple,
lo que era capaz de soportar,
las agujas, las pinzas, el bisturí
trabajando sobre él,
el cirujano
inclinado sobre mi cara,
arañando mi globo ocular,
inmóvil,
indefenso…

Antes de saltar al vacío
me concentro en mi respiración.
Me relajo.
Dejo que mi espíritu
vaya apaciguándose lentamente.
Neutralizo
todo lo que lo perturba.
Me invade la paz
y salto
al vacío del pensamiento.

8 comentarios:

  1. Nada podrá cambiar todo lo que tu ojo ha visto. Y nada podrá detener lo que sigues viendo con él, JC. Porque tu miras desde mucho más adentro!!

    Mucho ánimo campeón!!! Un abrazo enorme!

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  2. Gracias Chris

    Un enorme abrazo para ti también.

    Y una sonrisa.

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  3. Un salto al vacío. ¿Quién no lo ha dado, alguna vez?. Precauciones, seguridad, por un lado; lo impensado, imprevisto, por otro. Este suceso sorprende, empequeñeciéndonos. También recuerda que no todo puede controlarse. TU POST, TU MIRADA, TU OBRA -que parte de tu experiencia, tu cuerpo y razón- EXTIENDEN VERDAD y dan cuenta de lo rápido que "algo/alguien" nos puede modificar. Sacarás, Juan, de este hecho un aprendizaje. Es fundamental recuperarte y, en el proceso, volver a creer. Como excelente transmisor que eres, con tu palabra, ayudas. El que te aprecia, toma esa palabra y te transfiere energía positiva, mensajes sanadores para que mejores y vuelvas a comunicar todo tu potencial y saberes vitales. SUPER ABRAZO.

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  4. Espero que después de este salto al vacío del pensamiento vengan otros saltos, pero a la felicidad del pensamiento anegado de deseos y quehaceres.

    Te deseo una rápida recuperación.

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  5. ¿Y cómo se te ocurre ponerte a pasar la desbrozadora sin una máscara protectora? Ay, Ay, que me voy a tener que poner seria...
    En fin, ahora en serio, espero que todo se quede en un susto, y que tus pensamientos sigan llenando nuestros vacíos.

    Beso.
    P.D.-Sana, sana,culito de rana... éso nos decían de pequeños, ¿no? y enseguida nos sentíamos estupendamente.

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  6. Gustavo: Gracias amigo por tus reflexiones, por la energía positiva y sanadora que tú también me envías y que me hace tanto bien. Con las experiencias traumáticas también se crece, está claro. Las caídas nos hacen más humanos y humildes.
    Un fuerte abrazo.
    MAR: Gracias por tus buenos deseos. Yo también te deseo felicidad. Una sonrisa.
    Jasonia: Tienes razón, fui un imprudente. Allí estaba la máscara protectora, y todos nos olvidamos de ella, sin ser consciente del peligro que corríamos.
    Después de este comportamiento ese "sana, sana..." resulta de lo más apropiado.
    Y bromas aparte, te lo agradezco sinceramente.
    Besos y sonrisas.

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  7. Un saludo, Juan Carlos y espero que te recuperes pronto (recuerda ponerte las gafas para la otra). Me quedo con tu blog.

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  8. Gracias Ernesto.
    Me las pondré, desde luego, si es que alguna vez en mi vida vuelvo a coger una desbrozadora.
    Espero verte pronto.
    Un abrazo

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