domingo, 8 de enero de 2012

Inmolación


Mi personaje
se inmola por los demás.
Se cree capaz
de ayudarles
a resolver sus problemas.
Quiere salvar a los otros
cuando no es capaz
ni de salvarse
a sí mismo.
Después descubre,
demasiado tarde,
que su inmolación
ha sido, no solo en vano,
también completamente
innecesaria.

¿Para qué habré construido
durante tantos años
un personaje
tan poco virtuoso?
¿Para que me quieran?
¿O para quererme?

Al menos, me queda el consuelo
de haber tomado conciencia
de la verdad
sobre mí mismo.

4 comentarios:

  1. Juan, me veo en este poema como en un espejo. Yo también he dado al mundo ese personaje altruísta que en verdad no soy. Una pequeñísima prueba bastó para demostrarlo y demostrármelo. Y es cierto, yo también supe una verdad sobre mí misma. Qué bueno encontrarnos en este territorio limpio y transparente que es la poesía.
    Abrazos tórridos desde el verano de Bs. As.

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  2. Me gusta mirarme en el espejo de los otros. Y descubro que yo también sirvo de espejo a otras personas.
    Sin los otros no podemos vernos y por tanto, se hace difícil el crecimiento personal.

    Gracias por tu generoso comentario.

    Una sonrisa desde el invernal Madrid.

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  3. El mío es un personaje con "suerte". No sé desde cuando he dado esa imagen a los demás que ahora piensan que mi optimismo y mis ganas de hacer son una especie de azar y no una construcción, a veces dolorosa, desde lo más profundo del ser.
    Agradecida de haber podido hacer la reflexión a partir de la lectura de este rincón, siempre cálido.
    Abrazo.

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  4. Yo también te agradezco que compartas conmigo esa reflexión, que sigue haciéndome reflexionar a su vez, sobre lo que somos y lo que representamos que somos ante los demás.
    Un abrazo para ti también.

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