sábado, 27 de abril de 2013

Amapola


Soy hermosa.
Los rayos del sol
y las gotas de agua
que caen del cielo
son generosos conmigo.
La tierra, con los brazos abiertos,
me proporciona todo lo necesario.

Antes era tímida.
Me comparaba
con las rosas rojas
que tienen muchos más pétalos,
un tallo fuerte con espinas
y sobre todo,
que huelen tan bien.
Me parecían tan atractivas…
A su lado,
yo tenía tan poca gracia…
¡Qué estúpida era!

Soy hermosa.
Saberlo me da alegría.
No me cambio por una rosa
ni por un árbol,
ni por todo un bosque,
ni por un pájaro.
Me gusta ser
una humilde amapola
y que las abejas
y las hormigas
y los niños
me amen
tal como soy.

2 comentarios:

  1. siempre me gustaron las amapolas, juan...abrazo cordial, amigo.

    ResponderEliminar
  2. Sentirse bien siendo amapola, amar y sentirse amado. Lo que verdaderamente es importante para mí.

    Juan Carlos, eres muy grande: por la profundidad que pones en lo que escribes, lo que refleja la calidad humana que tienes.

    Compañero y amigo, gracias.



    ResponderEliminar