lunes, 14 de junio de 2010

Perdón


El tiempo todo lo cura
y todo lo borra, dicen,
pero no es cierto,
porque han pasado casi veinticinco años
y no me siento curado
ni mucho menos te he olvidado.
Todavía las calles
que fueron entonces tu barrio
me traen siempre el recuerdo,
al pasar por ellas,
de aquellos días en que nos quisimos.
Como si no hubiese pasado el tiempo
me veo esperándote en la misma esquina
y veo venir, igual de hermosos y felices,
tus quince años hacia mí.
Pero el barrio ha cambiado mucho
y me pregunto si el tiempo
habrá hecho lo mismo contigo.
No creas que me importa
que hayas perdido la belleza con los años,
sino que más bien temo
que si nos cruzáramos ahora,
y no sabes cuántas veces lo he deseado,
no pudiéramos reconocernos.
Temo también algo más hondo,
que acaso me guardaras aún rencor,
que a ti tampoco el tiempo
te hubiese curado del todo,
ni mucho menos hubieses olvidado
que fui yo el que te abandonó.
Yo no lo he olvidado.
Pero aún confío, cuando paso por tu barrio,
en encontrarte algún día casualmente,
alegrarme con lo bien que te haya ido la vida
y pedirte que me mires con buenos ojos
porque a mi también me ha ido muy bien.
Quiero que sepas,
perdón por el retraso,
que fuiste la primera mujer de mi vida,
y que siempre tendrás
un lugar en mi corazón.

2 comentarios:

  1. Perdón es una palabra que no tiene tiempos, cuando llega siempre hace un instante mágico... te abre muchas puertas que antes estaban cerradas... ahhh perdón por llegar tarde a leer esta obra tuya, que he disfrutado... Gracias por eso.

    Un abrazo amigo con una sonrisa también.

    Juan José

    ResponderEliminar
  2. Perdón y gracias son dos palabras hermosas y necesarias.

    Un abrazo y una sonrisa.

    ResponderEliminar