miércoles, 23 de junio de 2010

Presencia


Si cruzas esa puerta
hazte cuenta de que ya no tienes padre.
Esas fueron exactamente tus palabras.
Debiste arrepentirte inmediatamente
de haberlas pronunciado.
Pero ya era demasiado tarde.
Tu intento, supongo que desesperado,
de que acatara tu autoridad
no sólo no consiguió su propósito
sino que me hizo sentirme
más fuerte que tú.

Aún recuerdo
tu rostro terriblemente serio
y tu silencio
cuando volví a casa al día siguiente
después de haber pasado la noche
más larga de mi vida en la calle.

Pasó el tiempo
y lo olvidamos.
Fuiste un buen padre
y yo no fui un mal hijo.
Aquello fue sólo la crisis
de mis dieciséis años.
Pero hoy soy yo
el que tiene un hijo adolescente
en rebeldía
y por fin comprendo tus errores
y tus aciertos,
y todos tus sacrificios.

Te pido perdón
por las horas de insomnio
y te doy el abrazo
que no te di entonces
aunque ahora ya sólo
pueda abrazar tu presencia.

8 comentarios:

  1. Me ha costado mucho tiempo darme cuenta de que los padres no son más que personas a las que les atribuimos unas capacidades que a veces no tienen. Pensamos que por el hecho de que tengan ese "título" ya deben ser perfectos y no, no es así.

    ¿Tienes un hijo adolescente? Un motivo más para admirarte :-)

    Me ha comentado Jezabel que el sábado hay una presentación de tu libro. Si me das los datos intento acercarme. Por cierto... se podrá comprar el libro ahí?

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  2. Juan: 1) aprecio este trabajo por lo “expuesto”, lo sentido y diáfano. Tanto tú como yo, al igual que otros padres con hijos adolescentes, vivimos ahora, en carne propia, esas rebeldías…Creo que tu oficio de actor (tal vez, una de las profesiones donde más se expone el cuerpo, la psicología personal y los sentidos y sentimientos) te permite esta síntesis visceral, que atrapa y emociona.
    2) el carancho, Juan, es un ave de rapiña y el mote “CARANCHOS”, se le aplica, aquí, a los abogados voraces, despiadados, no éticos, que arman accidentes y juicios en procura de presas y PESOS.
    Cordiales saludos, en medio de la semana. Gustavo.

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  3. Chris, el sábado, 26 a las 20:00 en pub Castellana, 210 hay un recital de poesía en el que participo con dos poetas más.
    No es exactamente una presentación de mi libro (eso ya lo hice), pero leeré unos cuantos poemas. Eso sí, tendrás también que escuchar a otras dos poetas que yo no conozco.
    Al menos, mientras, podrás tomarte algo en el pub (pagando la consumición, te aviso)
    Y sí, puedes comprar mi libro allí, si te apetece.
    Espero que no suene muy comercial, porque el dinero y la amistad no mezclan bien.
    ¿Admirarme por tener un hijo adolescente? No habrás querido decir compadecerme?
    Bueno, es una broma. Pero, sinceramente, me está pareciendo muy difícil.
    Un abrazo.

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  4. Gustavo, gracias por el comentario y por la aclaración.
    Seguimos en contacto.
    Feliz semana. Un saludo.

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  5. Buen poema Juan Carlos, tan claro y real como la vida misma. Yo también soy padre y he pasado por esa situación de rebeldía adolescente y no es fácil te lo puedo asegurar. Solo con el paso del tiempo se va olvidando, pero el recuerdo y el sentimiento siempre queda. Saludos: Juan Antonio.

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  6. Gracias Juan Antonio, por tus palabras.
    Sí, siempre queda el recuerdo, afortunada o desafortundamente.
    Un saludo.

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  7. Muy bueno Juan Carlos...

    Escribes a la vida misma con una gran naturalidad que se siente pleno y da gusto leer algo asi... si te consuela saber también tuve algo de esa experiencia... pero lo mío duró 3 meses porque esa misma tarde me interné en la milicia y con todas sus consecuencias... al final supimos cuanto nos queremos hasta ahora... por eso aún lo abrazo cada día... hasta que suceda lo que tiene que suceder... (hasta le hice un poema en mi blog para él)... naaa... un abrazo con una sonrisa...

    Juan José

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  8. Pues sigue dándole esos abrazos, que curan las viejas heridas. Y disfruta de él.
    A ver si encuentro ese poema que le dedicaste a tu padre.

    Sonrisas.

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