
Te marchas.
Te imagino preparando
el largo viaje que te espera
hacia el pasado
del que nunca vas a volver.
Imagino también
cuántos adioses
estás a punto de recibir.
Te recordaremos
con nostalgia
y con dolor,
con alegría
y con tristeza
porque de todo
nos ha tocado vivir
contigo.
Ya casi has cumplido tu tarea
y llega el momento
inevitable
del adiós.
Es la hora
de agradecerte
todo lo que nos has hecho vivir.
Gracias sobre todo
por el amor
que da sentido a la vida.
Pero gracias también
por todo lo demás.
Incluso los momentos difíciles
ha merecido la pena
vivirlos.
Gracias finalmente
por dejarnos la esperanza
de que entre todos
podamos construir
un mundo mejor.
Adios 2010.
Buen viaje.