sábado, 12 de febrero de 2011

Repeticiones

Respiras.
El aire entra y sale
a través de tu nariz.
Tus ojos y tu boca
están cerrados.
Respiras.
El aire entra y sale.
Tu pecho se mueve lentamente,
arriba y abajo.
Tu corazón también
se estará moviendo
y tu sangre
que lleva el oxígeno
a cada célula de tu cuerpo.
Respiras.
El aire entra y sale
rítmicamente,
sin apenas variaciones.
Respiras,
simplemente,
tranquilamente,
con tu propio sonido.
Respiras.
El aire entra y sale
delicadamente.
Tu aliento
murmura sin palabras,
tibio, caliente.
Respiras
suavemente.
El aire entrando y saliendo
por tu nariz,
como un diapasón.
Respiras,
tan dormida,
tan suave,
tan delicada.

5 comentarios:

  1. Respirar: una vez que descubres el valor de la buena (correcta y variada)respiración, te preguntas como nadie te lo explicó antes. Este poema, Juan, libera oxígeno y vida. Hay amor y una observación pausada del ritmo de ese ser que -delicadamente- dice estar vivo con sus movimientos y música interior. Abrazo.

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  2. Lenguaje simple y esencial para esta valoración de lo simple y, obviamente, esencial.
    Gracias, Juan.
    Abrazos ventilados.

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  3. Hola:buena recreación, buena contemplación, cariñosa ligazón. Enhorabuena. Un blog excelente, por cierto, Juan Carlos. Mañana pondré yo en el mío unos versos. Saludos bloggeros, amigo

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  4. Leyéndolo me parece verla, tumbada sobre el manto de flores, dormida pacidamente y con la sonrisa en la boca de quien se sabe querida aún en sueños...

    Un abrazo!!

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  5. Este poema lleva la paz de respirarse y sentirse respirado. Qué alegría vivir en la respiración pausada y relajada del otro.
    Un abrazo.

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