sábado, 3 de diciembre de 2011

El mensaje del vino


Descorcho la botella
y mientras lo sirvo en la copa,
la voz extraña del vino
me trae tu memoria.
Te recuerdo
bebiendo en tu vaso,
saboreándolo sencillamente,
sin mirar su color,
sin movimientos circulares
que hiciesen aflorar sus aromas,
ajeno a sus orígenes,
acompañando sin más
el sabor de la comida.
Te recuerdo
bebiéndolo despacio
como quien roba
un poco de placer a la vida.

Con la copa suspendida en el aire
me concentro un instante
en el mensaje del vino
que trae adherida
la añoranza de mi padre.

7 comentarios:

  1. Profundo una vez más, sencillo y preciso.

    Sergio

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  2. Muchas gracias, Sergio, por el comentario, y por seguir leyéndome.

    Un abrazo.

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  3. Cuánta verdad, Juan. Sin esos arabescos sofisticados -de catador que hoy abunda, en mesas variopintas, en TV, en publicidades-, tu padre saboreaba lo hermoso y simple de la vida, del vino. Mi padre, aún lo hace, sin más vueltas que la indicada para beber. Me emocionas. Abrazo.

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  4. Versos tan intensos como el vino. Un abrazo.

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  5. Un bello y emocionado recuerdo de tu padre.
    Yo recuerdo, a través de una humilde rebanada de pan blanco rociada de vino tinto de la cosecha anual, y espolvoreada de azúcar, la figura de mi abuelo que, a escondidas, regalaba con este sabroso regalo al nieto que lo degustaba casi con veneración. Tiempos de olores y sabores pasados -inolvidables e imperecederos en el recuerdo- que no volverán.
    Un saludo

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  6. "La voz extraña del vino" es en sí misma una puerta a la evocación. Gracias por este poema que alumbra en lo simple algo tan profundo.

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  7. Gracias a ti, Anama, y a Gustavo, tolhuin y Jose Antonio. Me siento emocionado y muy animado a seguir escribiendo con vuestras palabras.
    Un abrazo enorme y una gran sonrisa.

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