martes, 15 de mayo de 2012

Hace mucho tiempo

“Cuando te miro
tus rasgos no son extraños”

Poema de Gilgamesh




Nuestras miradas se cruzan.
Tu sonrisa es hermosa.
Yo también sonrío.
Ningún recuerdo aún.
Solo nuestras miradas
entrelazadas,
cómplices.
En algún lugar recóndito
de mi cerebro
tu imagen aparece.
Me acuerdo de ti.
Fuimos amigos,
en otro mundo.
Otro mundo
que ya no podrá reconstruirse.
Prácticamente
no pasó nada entre nosotros,
pero nos gustaba buscarnos.
Ahora somos dos desconocidos
que se sonríen
sin motivo aparente.
Pero cuando te miro
tus rasgos no son extraños.

1 comentario:

  1. Tienes razón, Juan, en la similitud de algunos episodios de nuestras vidas reales o literarias...abrazo amigo.

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