domingo, 1 de julio de 2012

Conversación


Hijo,
nunca hasta ahora
has escuchado el otro lado
de la historia,
nunca has escuchado
que me marché también
por ti,
para que no sufrieras
como yo sufrí en mi infancia
los gritos, las peleas
y el desamor de mis padres.
Nunca has escuchado
que le juré a mi padre
¡ay!
que a mí no me pasaría lo mismo,
que yo lo haría
mejor que él.

Mi desdén me pasó factura:
no pude evitar tu dolor
ni el mío.
Yo no aguanté tanto
como mi padre
y mi soberbia
no me trajo la felicidad.
Pero, al menos, no olvides
que siempre he buscado la tuya.

3 comentarios:

  1. Te sigo y comprendo. Te redescubro y sé que muchos papás pasamos por instancias similares.
    Valiente y sincero, Juan, en tu comunicación y texto. Abrazo.

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  2. Gracias, Gustavo, por tu empatía.

    Un abrazo para ti también.

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  3. Palabras que nacen del corazón y que llegan al corazón. A veces uno se alegra de haber tomado ciertas decisiones sólo cuando pasa el tiempo.
    Lo que está claro es que eres un buen padre, y eso es lo que importa.

    Un abrazo.
    Que paséis un buen verano.

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