sábado, 11 de mayo de 2013

Sobrevivir a la ausencia


Ni boca, ni ojos,
ni la mente que ocupa mi cabeza,
ni piernas que me llevan
a donde quiero ir,
ni pies que me sustentan,
ni brazos que aún son fuertes,
ni manos
con las que escribo
sobrevivirán.
Un día vendrá la muerte
a golpearme en la cabeza
y en el pecho
y dejaré de existir,
supongo.

No me inquieta,
ni me pone triste.
Todo termina.
Nada es eterno.
Pero qué extraordinario
sobrevivir a la ausencia
en los poemas.

4 comentarios:

  1. Así es, Juan, en los poemas y en el arte todo. Cuánto lo estoy experimentando en este viaje. Cariños desde Leipzig.

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  2. Me alegra mucho que estés disfrutando del arte, del viaje, de la familia y de la vida, supongo.
    un fuerte abrazo y una gran sonrisa.

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  3. Siempre es un placer leer tus palabras Juan Carlos, espero que todo te vaya muy bien.
    Un abrazo

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