sábado, 14 de noviembre de 2015

Cuando me miro no me veo


Acepto la derrota.
Me doy por vencido
después de muchos intentos poéticos
por conocerme a mí mismo.
Cuando me miro no me veo.
Por supuesto, veo mis cosas:
mi nombre, mi carnet de identidad,
mi lugar y fecha de nacimiento,
mi familia, mi casa, mi trabajo,
mis poemas, mis ganas de escribir,
todo lo que trato de aprender con entusiasmo,
todo lo que ya sé,
mis dudas, mis defectos,
mi vulnerabilidad,
mi sensibilidad,
mis decisiones,
mis vivencias, buenas y malas,
las cicatrices de la vida,
mi actitud optimista,
mi personalidad.

Vivo. Soy real, por supuesto.
Pero me miro y no me veo.
¿Quién soy yo?
No tengo respuesta.
Y así no puedo descansar.

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