Hijo mío,
tienes hambre de vivir
de explorarlo todo
de tirarlo todo
para ver qué pasa
porque para ti todo es juego
y no importa que se rompa
no es malo ni bueno.
Qué suerte tu inocencia
qué suerte que estés viviendo
el gran juego de la vida
y qué suerte la mía
de acompañarte en tus primeros pasos
imparables.
Insiste, desafía
saca y mete las cosas
del cajón
ensúciate de arena
juega todos los juegos
y logra todos los logros
crece sin miedo
que estoy aquí
para cuidarte.

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