Al amanecer
mis pensamientos y yo
permanecemos en silencio.
Hemos charlado sobre la felicidad,
no solo la mía
sino la de todos los seres vivientes
de los que no me siento separado,
buscando la paz del mundo.
Llega la luz del día
y es necesario que mis pensamientos
retornen a sus cosas.

¡Y cuánto se echa de menos ese necesario silencio a veces!
ResponderEliminarUn besazo.
Hola Laura!! Espero que todo te vaya muy bien. Un abrazo.
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