martes, 1 de marzo de 2011

De la poesía


Domingo temprano
en la casa de campo de César.
Desde la cama
escucho los pájaros madrugadores,
como yo.
Con su piar incesante
rompen el silencio
de la mañana.
Intento volver a dormir
pero su festejo
invita a volar,
a salir fuera de la casa.
Escucho también al cachorro
que encontramos ayer
perdido o abandonado
en la carretera.
Está en la entrada,
deseando que alguien
salga por fin
a jugar con él.
Y ahora...
¿dormir, volar, jugar...
o seguir el impulso
de la poesía?

4 comentarios:

  1. Todos los verbos, finalmente, se han conjugado en la escritura de esta poesía noble, que irradia paz. Un abrazo, querido Juan.

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  2. Dormir, jugar, volar, pensar, soñar y escribir...todo lo que haces lo inundas de poesía, porque desde mi humilde opinión, la pòesía no es un gñenero literario sino una actitud que llevas contigo Juan Carlos.

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  3. Gracias, amigo Gustavo.
    Gracias, Chris, amiga adorable.

    A los dos un abrazo y una sonrisa.

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  4. Querido Juan: gracias por comentar y alentarme. Sigo con mis rutinas...; el blog es un espacio que valoro por el intercambio que genera, como por dar a conocer algunos trabajos e ideas. Imagino este tiempo de tareas, ya saliendo del invierno. Te envío un abrazo.

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