sábado, 18 de julio de 2015

No se me va de la cabeza el día de ayer


No se me va de la cabeza el día de ayer.
El pasado me habla como un dios todopoderoso
con el bullicio de los pensamientos exuberantes
que desfilan y desaparecen.
No puedo apagarlos.
No se me va de la cabeza el día de ayer.
Quiero seguir disfrutándolo fervientemente
como si no hubiese tenido suficiente,
como si el presente
no tuviera gran cosa que ofrecer,
como si no tuviese suficiente brillo.
Pero el día de ayer ha finalizado.

Queda camino por explorar
y es un camino de transformación.

2 comentarios:

  1. En mi última escena contigo
    arrastras dos maletas,
    sales de La Casa Grande.
    Ya no te encontré.
    Tenía que leerte
    Y oír tu alma.
    Abrazarte en palabras
    Agradecerte
    mi rabia y mi envidia
    mostrarme en ti mi deseo
    aprender a bien querer
    y mirar blandito,
    dejarme caer.
    Mi gratitud por mostrarte
    Y hacer posible
    Que me viera.
    Por la escena
    En que te abrazo abandonado
    En que me abrazo
    Al abrazarte.
    Porque sentí
    Que la quería.
    Por mostrarme.
    Andaban.

    Salí en tu búsqueda

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  2. Me conmueves. Y me da pena haberme perdido ese último encuentro, esa última despedida. Hui del dolor, dando rienda suelta a mi neurosis. Escuché mi necesidad de retirada y estoy seguro de que me perdí mucho afecto. Una lástima.
    Te abrazo con el alma en la distancia.
    Feliz nueva vida. Andaban.

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