domingo, 6 de noviembre de 2016

Baño


Cuando el bebé y yo
nos bañamos juntos
permanecemos largo rato
metidos en el agua.
Apoyo su espalda y su cabeza
entre mis piernas
y sus ojos brillan
cuando el agua caliente le envuelve.
Desnudos,
permanecemos bajo el agua
hasta que la piel de nuestros dedos
se arruga.
Entre nosotros hay confianza
para estar así únicamente
metidos en el agua
desbordante de dulzura,
cara a cara,
padre e hijo,
mientras se humedece nuestra felicidad.

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