jueves, 29 de agosto de 2013

Conversación


Después de intentar meditar
buscando la paz en el alma y el corazón,
combatiendo con la poderosa algarabía de los pensamientos,
sentía la necesidad de la comunicación.
Era una necesidad espiritual.
Una charla entre nosotros sin apresurarse,
como un caminar juntos relajado,
buscando lugares de descanso y de marcha,
una conversación fácil sobre asuntos importantes de la vida,
sentir el alma, subiendo y bajando alturas,
compartiendo conocimientos y recuerdos.
Disfrutar de la simple presencia durante un buen rato.

Hasta que llega el silencio,
el dios de la conversación se aleja,
las mariposas revolotean
y me duermo pronto
como un recién nacido que ha saciado el hambre.

2 comentarios:

  1. ¡Hermoso, poeta! Sin dudas, el amor nos atrae con sus galas seductoras y, aunque después nos suelte, en el mientras tanto, hace milagros. Abrazos

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  2. Cuánta razón tienes Ana María.
    Un abrazo y una sonrisa, querida amiga.

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