lunes, 15 de junio de 2015

El sentido de la vida


A mí me gusta el sentido de la vida
poco hecho.
Cuando está muy pasado
ya no me gusta.
Me pone enfermo
pedir un sentido de la vida
al punto
y que me llegue quemado.
Tampoco tiene que estar frío,
como si acabase de salir de la nevera
y por supuesto,
tiene que estar jugoso.
Por último, el sentido de la vida
debe tomarse
con una buena botella
de la mejor bodega.
¿O es que alguien cree
que puede deleitarse
con un apetitoso sentido de la vida
sin acompañarlo
de una desbordante copa de amor?

2 comentarios:

  1. Se te aprecia distendido y con una poética vigorosa...
    Saludos...

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  2. Me siento más distendido escribiendo, sí. O quizá sea, menos preocupado por gustar.
    Gracias Gustavo.

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