jueves, 25 de junio de 2015

Fui a comprarme una neurosis nueva


Fui a comprarme una neurosis nueva
pero estaban prohibitivas.
Estuve revolviendo
entre las penitencias, los arrepentimientos
y los sufrimientos intensos
pero todos me parecían
demasiado ajustados
y me hacían un cuerpo
muy rígido.
De pronto, encontré inesperadamente
una sensación de placer.
Miré la etiqueta
y casi no me lo podía creer:
era una auténtica ganga.
Me la probé
y me sentaba estupendamente.

Cuando ando por la calle
con mi nueva sensación de placer
noto las miradas descaradas de la gente.
Yo camino tranquilamente
haciendo como que no me doy cuenta.

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