lunes, 23 de septiembre de 2013

Vivir


La vida tiene un millar de encantos.
Innumerables son las pasiones que desata en mí.
Desde lo invisible escucho su llamada.
Siento una alegría espiritual
cuando me abre sus puertas.
¡La vida es tan ancha!
¡Hay tanto de qué regocijarse!

No me preocupa el futuro.
Es mejor ocuparse de experimentar
lo que traiga el día de hoy.
Evito enredarme en el pensamiento.
No corro tras la piedra filosofal.
Ante mí está el universo infinito
con toda su radiante belleza
y cada átomo de mi cuerpo
se siente agitado por el amor.

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