sábado, 9 de mayo de 2015

Accidente


Ella quería conducir
y era difícil decirle que no
a una mujer tan hermosa.
Así que de pronto
se ve sentado
al otro lado de la realidad,
mirando los coches
que vienen en dirección contraria
sin tener ningún miedo,
porque los accidentes
solo les ocurren a otros.
Ella, concentrada
en la cinta de la carretera
y él pensando
que la próxima vez
le iba a decir que no,
que le gusta conducir,
sentir el volante entre las manos.

Entonces, de repente,
aparece un camión grande
saliendo de una gasolinera.
Hay tiempo de sobra
para esquivarlo.
Contiene la respiración.
¿Por qué tarda tanto?
Mira la cara de ella petrificada
y tiene el presentimiento
de que están a punto de morir
de una forma estúpida.
Con una mano agarra el volante.
Ella lo suelta
y se agarra a sí misma.
Para evitar el choque frontal
se salen de la carretera
y vuelan por los aires, ingrávidos,
dando vueltas de campana.

¿Es esto el final? Se pregunta.
¿Voy a morir,
o voy a salir de esta?
Parece que el coche
no se va a detener,
que el tiempo
hace lo que le da la gana,
mientras las imágenes
se vuelven extrañas
y se ve haciendo
cosas disparatadas
con los brazos y las piernas
para protegerse,
hasta que se hace la calma
y milagrosamente
ambos salen
por los orificios de la chatarra.

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