viernes, 21 de agosto de 2015

Estoy preparando las metáforas


Estoy preparando las metáforas
y todos mis instrumentos de inspiración
y de repente me llama la poesía.
¡Qué casualidad!
Me dice que me ha estado leyendo
y que no entiende
lo que quiero decir en un poema.
Yo le pregunto
que si ha leído la poesía pura
de Juan Ramón Jiménez
porque esa sí que era complicada
y me responde
que la leyó hace ya mucho
y que no vaya a compararme
con aquel maestro.
Silencio.
Me ha dolido.
Aunque por otra parte
ya sé que tiene razón.
No se me ocurre entrar
en batalla dialéctica con ella
porque su destreza con las invectivas
es incomparable.
Prefiero seguirle la corriente
y decirle
que ni yo mismo lo entiendo,
lo más probable
es que nunca lo publique.
La poesía me da la razón.
Le pido que no me estorbe más,
que estoy a punto de escribir un poema
y se marcha sin decir adiós
haciéndose la ofendida.
Pero ya volverá.
Al fin y al cabo
he crecido con ella
y sabe perfectamente
cuánto la quiero.

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